Su Frida
Quince días sin Ella, quince días en los que me he dado cuenta que estoy completamente solo, ¿cómo poderla olvidar si todo me lleva a ella? Desearía verle una vez mas, tener el valor de hacer a un lado mis idioteces y llamarle, como siempre a las diez, como siempre, con la esperanza de que ella tome mi llamada, Ella, tan incomprensible como su pasión por Frida Kahlo, como su sonrisa tímida y escondida, como toda Ella, la persona con mas energía y mas prejuicios, desearía abrazarle y no soltarla jamás. Ahora tengo miedo a casi todo porque casi todo me trae recuerdos de Ella, le temo a tomar en mis manos aquel libro que me presto la ultima vez que nos vimos y del cual solo leí el primer capitulo, temo a ver el separador que me regalo con un grabado a punta seca sobre papel amate con la figura de Frida, a ver aquella revista Día Siete con un pequeño comentario relativo a Morrissey (¿a caso ella estaría comprendiendo mi fascinación por Mozz?) no puedo negar los comentarios que muy a menudo me hacia sobre eso, decía que me encantaba Morrissey porque tenia mucho en común con el, pero que era un conmiserado en todas sus letras y eso no le agradaba mucho, si, CONMISERADO, también es algo de lo mucho que me dejo, desde la primera vez que la escuche decir esa palabra me agrado, y ahora la uso frecuentemente, si, todo me lleva a Ella, a sus acciones, seria un charlatán sino acepto que todo me lleva a Ella, el problema es darme cuenta que de hoy en adelante nada será lo mismo; mis sueños recurrentes sobre nuestra Isla, sobre nuestra posible vida juntos aun vienen a mi mente, no, el intentar negarla solo me haría verme como una avestruz cuando mete la cabeza en un hoyo y piensa que nadie nota su presencia, le Ame, le Amo y le Amare siempre, desearía leer un mensaje en mi celular que dijera: llámame como siempre que nos disgustábamos y alguno de los dos cedía un poco, entonces, entonces no habría temor, habría esperanza y ganas de vivir, algo porque despertar mañana, si tan solo tuviera el valor para correr a buscarla como aquella noche de sábado por la madrugada en la que desperté a todos en su casa con mis gritos desesperados y con El Rocanrol De Los Idiotas de Joaquín Sabina sonando a todo lo que da en el estereo de aquel taxi, tal vez entonces me sentiría mejor, pero mi valor de cometer la misma locura se me apaga cuando pienso en que Ella no saldrá, que ahora si se ha olvidado completamente de mi, entonces me siento sobre mi cama y veo que todas las emociones que alguna vez sentí se han ido de mis manos, ya no podré entregarme así a nadie, lo se, eso es tan seguro como que Ella jamás leerá estas líneas que he escrito, me siento tan avergonzado de mi mismo, se que he dejado escapar la única oportunidad de ser feliz y eso jamás me lo perdonare, de hecho será la maldita deuda que jamás podré pagar.
1 comentario
vadeando el río -
En cualquier caso, siento que lo estés pasando mal. Aunque tal vez sea necesario, ¿no crees?.
Saludos.